sábado, 12 de diciembre de 2009

CARTA A LA CIUDADANA LUISA ORTEGA DÍAZ

Caracas, 10 de Diciembre de 2009


Ciudadana
Dra. Luisa Ortega Díaz
Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela
Su Despacho.-


Apreciada Fiscal, reciba un fraterno y revolucionario saludo y nuestras felicitaciones por su nombramiento como Presidenta del Poder Moral Ciudadano.

Hoy, diez de diciembre de 2009, al cumplirse 61 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada el 10 de diciembre de 1948, conmemorándose el Día Internacional de los Derechos Humanos, establecida por la Organización de las Naciones Unidas, (ONU) mediante resolución 423 del 10 diciembre de 1948, entre los que se establece: el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad personal; a no ser víctima de una detención arbitraria; a un proceso judicial justo; a la presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario; a la inviolabilidad del hogar; a la libertad de movimiento y residencia; al asilo político; a la libertad de pensamiento y de conciencia.

Nosotros, los familiares, compañeros, amigos y victimas de la represión y persecución política de la IV República, hacemos un pronunciamiento público de apoyo y respaldo a su gestión por su compromiso con la justicia y repudio a la impunidad y el acompañamiento solidario que hemos encontrado en el Ministerio Público que Usted dignamente dirige.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Diciembre, 1999), próxima a cumplir 10 años, promueve y protege los derechos humanos, como derechos universales, irrenunciables, indivisibles, inalienables e interdependientes y establece que su respeto y garantía son de obligatorio cumplimiento para todos los órganos del Poder Público.

De allí que en su artículo 29 exige: “El Estado estará obligado a investigar y sancionar legalmente los delitos contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades. Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y los crímenes de guerra son imprescriptibles. Las violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa humanidad serán investigados y juzgados por los tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar su impunidad, incluidos el indulto y la amnistía.”

Para nosotros, que hemos vivido la época de las dictaduras disfrazadas de democracia, donde los gobiernos adecos y copeyanos, asesinaban, torturaban y perseguían a los luchadores sociales y militantes de izquierda, por atreverse a cuestionar el orden injusto impuesto por la clase hegemónica y por manifestar su pensamiento divergente, es una burla y una expresión de infinita hipocresía, la actitud que hoy día mantienen sectores de la oposición burguesa venezolana, quienes humillándose ante el Imperio Norteamericano y sus instituciones, ruegan la intervención en nuestro país, alegando supuestas graves violaciones a los derechos humanos.

Quienes hoy reclaman al Gobierno Bolivariano, por esas presuntas violaciones a los Derechos Humanos, son los mismos que administrando el Estado burgués, cometieron los crímenes más atroces contra nosotros. Es un verdadero cinismo que los asesinos del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002, clamen por una amnistía cuando no tuvieron reparo en disparar contra el pueblo. Muchos de esos conspiradores, que trastocaron todos los principios democráticos cuando gobernaban y lo hicieron también contra los mandatos constitucionales establecidos por el pueblo con la revolución bolivariana, siguen utilizando los gestos de clemencia de los que han disfrutado inmerecidamente, para ensañarse aún más contra el proceso de transformación social que venimos impulsando y contra el nuevo destino de unidad libertadora hacia el cual transitan las naciones de Nuestra América que han decidido ser soberanas.

Cómo olvidar las masacres de Yumare, El Amparo, Cantaura, Liceo Sanz, La Victoria, las desapariciones forzadas, las torturas en los teatros de operaciones (TO), la intensidad de la represión ejercida por un régimen, que respondía a la necesidad de evitar que los revolucionarios se convirtieran en la referencia política de la población oprimida. Usaron todos los medios criminales para alcanzar sus fines: mas de 3000 victimas, dirigentes estudiantiles, campesinos, mujeres, del sector magisterial, vecinal y sindical los llevaron a juicios por “rebelión militar” y a otros nos perseguían para ser asesinados o encarcelados, teniendo que recurrir a la más estricta clandestinidad.

Quienes incrustaron sus balas en el pueblo bolivariano que defendió su sueño de revolución bonita un 11 de abril de 2002, pretenden ahora presentarse como víctimas en vez de victimarios, como “presos políticos”, y sus amos burgueses arman espectáculos y tramoyas, para implorar por sus “derechos humanos” ante los parapetos internacionales del imperio, con ridículas huelgas de hambre de los que viven en la saciedad a costa de haber saqueado permanentemente al pueblo que hoy consolida los frutos de su rebelión.

El Frente de Unidad Nacional de Familiares, Amigos de los Asesinados, Asesinadas, Desaparecidas, Desaparecidos, Torturadas y Torturados de los años 60, 70 y 80 conociendo de su compromiso con la justicia y en cumplimiento de los principios constitucionales tienen las esperanzas en que su permanencia al frente de este importante Despacho y como Presidenta del Poder Ciudadano, pueda responder a la deuda histórica con los más de tres mil venezolanos y venezolanas victimas de los delitos ejecutados por los distintos organismos del Estado controlados por gobiernos represivos y antipopulares de AD y COPEI.

La instamos a que prosiga con su recta conducta de compromiso con la justicia y reivindicación y a la observancia, respeto y garantía de los Derechos Humanos para enfrentar la impunidad y que reine la justicia.


Con saludos solidarios,


Atentamente,



Frente de Unidad Nacional de Familiares, Amigos de los Asesinados/as, Desaparecidos/as y Torturados/as de los años 60, 70 y 80

domingo, 6 de diciembre de 2009

6D: 11 años despúes


Las líneas de Chávez
I
La publicación de esta nueva entrega de Las líneas de Chávez —la número 50: no es poca cosa— coincide con el décimo primer aniversario de la gran victoria popular del 6 de diciembre de 1998. En esta luminosa y trascendente fecha, la voluntad soberana de las mayorías liquidó definitivamente al modelo político puntofijista que desgobernó y saqueó a Venezuela durante cuarenta largos años, abriendo de par en par los grandes portones de un nuevo tiempo histórico: el tiempo de la revolución hecha gobierno.
La revolución que se inició con la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, y prosiguió con las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, desencadenó un largo y complejo proceso de organización y acumulación de fuerzas que hizo posible la espléndida y hermosa síntesis del 6 de diciembre de 1998.
Aquel memorable 6 de diciembre el pueblo tomó la decisión irrevocable de convertirse en protagonista de su propia historia y conductor de su propio destino. No se trataba de una jornada electoral más ni de cambiar a un presidente por otro: el pueblo quería ser y se hizo el alfarero de una nueva república y el constructor de una Venezuela real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana, real y verdaderamente independiente.
Compatriotas: a la luz de este gran día de aniversario quiero volver a expresar, con el más fiel y acendrado sentimiento de amor, la infinita admiración y la no menos infinita gratitud que siento hacia ustedes, el gran pueblo del padre Simón Bolívar. A ustedes me debo: a ustedes les pertenece mi vida.
II
¡Bancos para el pueblo!
Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.
Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.
Hagamos memoria: cuando la crisis financiera sacudió a Estados Unidos, vimos cómo el poder del Estado salió presto a auxiliar a los banqueros corruptos dejando en el olvido a los ahorristas.
En nuestro caso, la intervención estatal de —hasta ahora— siete bancos se orienta, sin ambigüedades, hacia la protección de los y las ahorristas, garantizándoles lo que les pertenece por derecho. En este caso concreto, se trata de la cantidad de 713.200 depositantes que confiaron en esos siete bancos. Pero, además, tomamos la decisión de pasar al sistema financiero público a dos de estos bancos con la soberana intención de fortalecer y ampliar el apoyo a los sectores socialmente más necesitados.
¡Vaya diferencia! Allá los banqueros son protegidos para que continúen con sus marramucias; aquí los delincuentes de cuello blanco van a parar a la cárcel.
Indigna que las voces apátridas y desestabilizadoras que se dan cita en los medios privados pretendan crear zozobra a partir de falsedades: son las mismas voces que no dijeron nada en relación con la crisis financiera del país del norte al que tanto veneran. ¡No se saldrán con la suya: no podrán con nosotros!
Tengamos presente que “uno de los graves problemas que hoy deben enfrentarse son las derivaciones que ha generado un sistema y, en este caso, un sistema financiero propio del capitalismo, que ha provocado a lo largo de la historia innumerables crisis”, tal como lo señaló, con toda precisión, nuestro ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, el pasado 30 de noviembre.
Estamos sentando un precedente histórico. Si echamos la mirada hacia atrás, nos encontramos con una sucesión de gobiernos que sólo privilegiaban a los dueños de la banca, premiándoles sus fechorías, tal y como sucedió con el último gobierno de la 4ta república, al que nunca le importó la suerte de los miles y miles de compatriotas que se convirtieron en víctimas de la crisis bancaria de 1994. Todo lo contrario: procedió a auxiliar financieramente a los causantes de aquella terrible crisis, quienes no conformes con robar flagrantemente a sus ahorristas, procedieron a volarse con la plata del Estado, esto es, con el dinero de todos los venezolanos. Ni uno solo de los llamados banqueros prófugos pagó por sus delitos.
Razón tenía José Martí: “Importa que el dinero sea abundante, importa más que lo den manos honradas”. No permitiremos, pues, que la deshonra nos contamine y deshumanice: hay que hacer imperar la justicia si queremos seguir avanzando en el proyecto bolivariano. Dejar que los banqueros delincuentes se salgan con la suya equivaldría a defraudar la confianza del pueblo y, más aún, a herir gravemente al alma nacional.
Estamos obligados a llamar al pan, pan, y al vino, vino, fuera de todo eufemismo cómplice y justificador de lo injustificable: ésta debe ser la base de nuestro discurso ante una arremetida mediática que, todos los días, lanza a los cuatro vientos que Chávez “quiebra bancos para hacerse de ellos”. No basta decir que “hemos liquidado dos bancos”: necesario es explicar, detalladamente, el porqué de su liquidación, cuáles son las causas que llevaron a tal decisión, con las pruebas en la mano, para que tales banqueros queden ante la opinión pública como lo que real y verdaderamente son: vulgares ladrones, rateros encorbatados, carteristas y cleptómanos empedernidos que, al menor descuido, te vacían los bolsillos y todo lo que tengas en tu casa.
Cierto que hemos derrotado, en gran medida, la campaña terrorista de los medios privados, pero necesario es pulverizarla completamente, a sabiendas de que un sector no desdeñable de nuestra población continúa bajo su desquiciante influencia.
III
¡Evo Bolivia!
En el día de hoy nuestra hermana Bolivia, la hija predilecta del Libertador, va a consolidar el proyecto transformador que lidera nuestro camarada Evo Morales.
Resuenan ya los cantos de victoria que bajan del nevado Sajana, de las serenas aguas del Titicaca, del altiplano, de las salinas de Uyuní.
Se preguntaba nuestro Libertador: “¿qué quiere decir Bolivia?”. Y se respondía con absoluta convicción: “un amor desenfrenado de libertad”. Un amor que volverá a imponerse en este día.
Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización: hoy se reconoce, con renovado orgullo, en la fuerza y la densidad de la milenaria memoria aborigen. Los olvidados y excluidos de siempre han dejado de ser las víctimas seculares del racismo y la segregación: hoy ejercen el poder y son legítimos dueños de su destino y su dignidad.
Todo ello ha sido posible porque en la Presidencia está uno de los suyos que, cada día, cumple fielmente con el sagrado mandato de gobernar obedeciendo. Un mandato que, desde siempre, lleva en la conciencia y en el corazón.
Son las tradiciones originarias las que están en el poder con Evo: es el modo comunitario de producción y de vida el que está en el poder con Evo. Evo es un jefe indio que no va a traicionar ni a traicionarse porque es fiel a un legado ancestral que está más vivo que nunca.
Hoy los bolivianos y bolivianas se lanzarán a las calles, campos y serranías a respaldar a un hombre que se las está jugado junto a ellos y ellas: a Evo pueblo, Evo Bolivia.
¡¡ Patria, socialismo o muerte !!
¡¡Venceremos para siempre!!

Acuerdo“DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER”

LA ASAMBLEA NACIONAL
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
COMO VOCERA DEL PUEBLO SOBERANO
“DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER”
CONSIDERANDO
Que en 1999 las Naciones Unidas adoptó la resolución 54/134, declarando el 25 DE NOVIEMBRE como DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER para expresar su repudio contra la violencia hacia la mujer simbolizado en el brutal asesinato de las hermanas Mirabal por la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo en la República Dominicana.
CONSIDERANDO
Que la violencia en contra de la mujer constituye un grave problema de trasgresión de los derechos humanos, lo cual muestra en forma dramática, los efectos de la discriminación por razones de género de la mujer en la sociedad.
CONSIDERANDO
Que actualmente en el país existen más de 124 mil denuncias consignadas ante la Fiscalía General de la República, hasta ahora las causas ingresadas al tribunal por violencia contra la mujer sobrepasan las 56 mil. En el mundo cada 15 minutos hay un maltrato a la mujer y cada 10 días muere una mujer víctima de la violencia de género.
CONSIDERANDO
Que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela consciente del compromiso de hacer realidad el derecho de todas las venezolanas a vivir sin violencia y con dignidad, ha desarrollado políticas de inclusión social favorables a la mujeres a través de las misiones educativas y de salud con la misión Barrio Adentro, las asignaciones económicas a las Amas de Casa en situación de pobreza de la Fundación Madres del Barrio, la política crediticia del Banco de la Mujer, los programas de asistencia a las mujeres víctimas de violencia de género del Instituto Nacional de la Mujer, los programas de orientación y apoyo a las adolescentes en situación de embarazo y a las mujeres víctimas de enfermedades terminales, y la promoción de la participación protagónica de las mujeres en los espacios políticos y comunitarios, fortaleciendo con ello las disposiciones de las Convenciones Internacionales mas relevantes en materia de Derechos Humanos de las mujeres como son la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (“Convención Belém do Para”) y la Convención sobre la eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
CONSIDERANDO
Que la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aprobada por la Asamblea Nacional en el año 2006, ha fortalecido la implementación de políticas públicas de prevención y atención de la violencia contra las mujeres, y de forma especial la creación de fiscalías y tribunales especiales para el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia, colocando a nuestro país en una posición de avanzada en la lucha por erradicar la violencia contra la mujer.

ACUERDA
PRIMERO: En el DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER expresamos nuestro reconocimiento al Poder Público Nacional de Venezuela por implementar el desarrollo de políticas públicas que contribuyen a la lucha por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, lo que ha convertido a nuestro país en referencia para América Latina y el mundo.
SEGUNDO: Cooperar en la continuidad de la creación de los tribunales especializados en materia de violencia contra la mujer del Tribunal Supremo de Justicia, cuya misión es desarrollar los principios y propósitos de la ley en materia penal y procesal penal, en concordancia con los principios de igualdad de derechos y deberes, solidaridad, esfuerzo común, comprensión mutua y respeto recíproco entre sus integrantes.
TERCERO: Saludar la iniciativa del Ejecutivo Nacional de crear el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género como compromiso para la profundización y el desarrollo de políticas públicas efectivas, transversalizadas en materia de igualdad de género que garanticen los derechos humanos de las mujeres y el avance hacia la igualdad de derechos de mujeres y hombres.
CUARTO: Exhortar a las gobernaciones y alcaldías a crear los institutos regionales y municipales de la mujer y expresamos nuestro reconocimiento a los comités por la igualdad de género constituidos en las comunidades, para promover la participación protagónica de nuestro pueblo en contribuir a superar la violencia intrafamiliar y contra la mujer.
QUINTO: Apoyar y fortalecer el uso de los medios de comunicación social alternativos como herramienta para divulgar los derechos de las mujeres y la efectiva inclusión de mensajes y programas destinados a prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres.
SEXTO: Rechazar y condenar las publicaciones y/o propagandas por cualquier medio de comunicación que inciten, banalicen o justifiquen la violencia o que atenten contra la dignidad de las mujeres, niñas y adolescentes.
SEPTIMO: Expresamos nuestro enérgico repudio al acuerdo militar suscrito entre la República de Colombia y los Estados Unidos América que crea un clima de violencia y tensión en la región suramericana que afecta especialmente a las familias residentes en la región fronteriza con Venezuela.
OCTAVO: Dar publicidad al presente acuerdo.

Dado, firmado y sellado en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional, en Caracas, a los veintiseis días del mes de noviembre de dos mil nueve. Años 199° de la Independencia y 150° de la Federación.
CILIA FLORES
Presidenta de la Asamblea Nacional


SAÚL ORTEGA CAMPOS
Primer Vicepresidente JOSÉ ALBORNOZ
Segundo Vicepresidente


IVÁN ZERPA GUERRERO
Secretario VÍCTOR CLARK BOSCÁN
Subsecretario

IAZG/VCB/JCG/nd